Relatos de ansiedad

Reservar >

De nuevo siento que la ansiedad se adueña de mí. Noto cómo quiere salir por cada poro de mi cuerpo, pero temo que lo haga y yo pierda el control. Siento que mis sentidos ya no son míos… que mi tacto, mi oído, mi vista me engañan. Siento que mi cuerpo y mi mente han dejado de trabajar para mí, y sólo son esclavas de mi ansiedad.

Mi ansiedad… ¿es mía o yo soy suya? Mi cuerpo se mueve, funciona. Sigo haciendo todo lo que tengo que hacer. Como pero no tengo hambre, estoy en el trabajo pero no estoy trabajando, leo sin entender, estoy con gente pero mi cabeza está en otro lugar, duermo pero no descanso.

El amor, la amistad… sé que están pero no logro conectar con ellas. Mi cabeza no deja de dar vueltas, pero ni siquiera sé a qué. No dejo de oírme pero no logro escucharme. Hay demasiado ruido en mi cabeza y todo va demasiado rápido fuera de ella. Me cuesta encontrar el equilibrio y una presión cada vez más fuerte me oprime el pecho. Mis huesos y mi cuerpo se quedan pequeños para tanto malestar. Siento que no cabemos en el mismo lugar, la ansiedad y yo. Y tengo que luchar para que la ansiedad no me robe lo que es mío: mis ganas de vivir, mis proyectos, mis relaciones, …

Sin embargo, no sé si soy sin ella. No sé si alguna vez he sido sin ella. Siento que voy subida a una nube… No soy consciente de usar mis pies para caminar. Siento que voy a desmayarme, pero tengo miedo de no ser yo la que despierte después, y que sea la ansiedad la que tome posesión de mi cuerpo. ¿Y si se lo carga todo? Intento hablar con ella y sólo veo a una niña asustada, que corre, grita, llora y se esconde cuando tiene miedo. Quiero hablar con ella, pero sólo me apetece esconderme también y llorar… No dejo de llorar, pero no cae ninguna lágrima. Ya no me quedan lágrimas.

Tengo recursos. Sé que los tengo. Tengo un archivo mental lleno de recursos leídos y aprendidos sobre cómo hacer frente a esto. Pero no sé si no puedo o no quiero hacer uso de ellos… Me da miedo, pero sólo quiero dejarme llevar por estas sensaciones. Luchar contra ellas es demasiado difícil.

¿Dónde está el interruptor de todo esto? ¿Dónde apago todo este sufrimiento?

 

¿Te vienes conmigo fuera de las redes sociales?

¿Te vienes conmigo fuera de las redes sociales?

Si te apetece conocer una parcelita más íntima, si quieres ser la primera en saber qué novedades traigo…