¿Es igual de efectiva la terapia online?

Últimamente he leído «la terapia online ha venido para quedarse». Yo todavía tengo mis dudas de que esto sea cierto…. ¡ya lo iremos viendo! De lo que ya no me quedan dudas, es de la efectividad real de la terapia online.

Antes de la pandemia, a penas tenía un par de pacientes online, por cuestiones de distancia y, en muchas ocasiones me sentía algo limitada. No me había formado, ni tenía referencias sobre cómo llevar una psicoterapia online, por lo que intentaba hacerlo todo exactamente igual que en mis terapias presenciales, que era en lo que realmente me sentía experta.

El primer confinamiento convirtió la terapia online en la única modalidad posible y segura. Ahí, tanto mi equipo como yo, empezamos a ver que no podíamos seguir haciéndolo todo exactamente igual que en las terapias presenciales. Teníamos que adaptarnos. Y eso hicimos: preparar a nuestros pacientes y encuadrar bien el espacio terapéutico, pasar a formato digital algunos de los documentos que compartimos en las terapias, y adaptar nuestras técnicas y recursos a este «nuevo» formato.

¿Y cuál fue el resultado? Que confirmamos algo que ya veníamos leyendo: la terapia online es igual de efectiva. Nuestros pacientes seguían mejorando y superando sus problemas, desde la comodidad de sus casas.

Y, además de obtener los mismos resultados que en las terapias presenciales, nos hemos encontrado con algunos beneficios:

• Ahorro en tiempo y dinero. Esto es un hecho. Con la terapia online, el único tiempo invertido es el del tiempo de terapia, sin desplazamientos.
• Mayor adherencia al tratamiento (creo que como consecuencia de lo anterior), lo que quiere decir que las personas tienden a un mayor compromiso en la terapia, lo que hace que ésta funcione mejor y tenga mejores resultados.
• En la mayoría de casos, no hay espacio más seguro que tu propia casa, por lo que es mucho más cómodo hablar y tratar ciertos temas.
• Más accesible, sobretodo para personas que tienen dificultades para desplazarse o acudir al centro físico.
• Seguridad respecto a la COVID, como es obvio, aunque esperamos que este beneficio desaparezca pronto.

Como profesional, soy la primera que, durante muchos años, ha renegado de esta modalidad de terapia. Ahora veo que era por desconocimiento, no porque no funcione.

A día de hoy, nuestra clínica funciona en las dos modalidades: presencial y online. Ya que lo más importante, es que sea en la modalidad que sea, la persona se sienta tranquila y segura en su espacio de terapia.

Eva Molero 

Psicóloga núm. col. 20.974